viernes, 19 de abril de 2013

simse

Los niños que ubicaron a Quemchi al tope del Simce Con cuatro establecimientos, la comuna chilota fue la que sumó más colegios municipales sobre 300 puntos promedio en el examen nacional. Son colegios rurales que están en pequeñas islas, donde hay sólo uno o dos profesores. Una escuela rural de Quemchi, en la X Región, sorprendió el lunes al tener el mejor promedio Simce entre los colegios municipales que imparten 4º básico. Pero no sólo este plantel obtuvo resultados destacados en esa comuna chilota: otros tres colegios municipales, emplazados en pequeñas islas también lograron resultados destacados, y promediaron más de 300 puntos en 4º básico. Un éxito, sólo comparable en número, al registrado este año por Ñuñoa. Esta comuna capitalina sumó cuatro establecimientos, incluido el República de Siria, con más de 300 puntos en la medición de 2º medio. De esta forma, estas dos comunas se transformaron en las que más recintos públicos tienen con resultados por sobre la barrera de los 300 puntos. Profesor y director José Rojas tiene 30 años de servicio, es uno de los dos profesores de la escuela rural Aucar y además es el director. El colegio tiene 46 alumnos, los cuales se dividen en dos cursos: uno que agrupa a los alumnos de 1º a 3º básico, y otro que reúne a quienes están entre 4º y 6º básico. Según cuenta el profesor, los 335 puntos que promediaron los siete alumnos de 4º básico en el Simce “son en base al trabajo que estamos realizando, específicamente con tres actores: profesores, alumnos y apoderados”. Rojas agrega que en las salas de clases se hace un trabajo personalizado y además se está pendiente de que los alumnos vayan avanzando a la par. Otra de las áreas de trabajo es con los padres, a quienes se les hacen talleres. “Algunos son de reforzamiento, porque muchos no tienen la enseñanza media cumplida y quieren que les hagamos talleres para que puedan reforzar a sus hijos en la casa”. La mayoría de los apoderados de ese colegio trabajan en la agricultura o bien en las salmoneras de la zona. Otro de los factores que influye, dijo, es que “conocemos a las familias, a los niños y su realidad, y eso es una ventaja para poder trabajar con ellos”. Héctor Barría, director del departamento de Educación de Quemchi, señala que los buenos resultados se deben a un seguimiento constante en los aprendizajes, a que “hay una alta expectativa de los alumnos y al apoyo de los padres”. “Perseverancia” La Escuela Rural Archipiélago, ubicada en la isla de Añihué, tiene 15 alumnos de 1º a 6º básico. Dos de las niñas que allí se educan, Lorena Miranda y Katary Saldivia, cursan 4º básico y obtuvieron un promedio de 315 puntos en el Simce. La profesora a cargo de la escuela es Perseverancia Cárcamo, quien nació en esa misma isla y también estudió en la pequeña escuelita de dos salas. Allí los alumnos de los distintos niveles asisten a clases en la misma sala, mientras que la otra se usa como biblioteca y patio en los días de lluvia. Su nombre le hace honor a la manera en que esta mujer se dedica a educar a los niños de una localidad tan apartada, a la que sólo se puede acceder en lancha. Perseverancia cuenta que las dos alumnas se sacan buenas notas y ambas tienen un promedio de 6,1. “Soy exigente, porque quiero entregarles las herramientas para que después puedan seguir estudiando y les vaya bien”, dice la profesora. Y agrega que la principal característica de las niñas es que son buenas lectoras. Es una escuela unidocente, como muchas en Chiloé, y está inserta en una comunidad que no supera las 200 personas, caracterizada por una vida ligada al campo y al mar. Los niños asisten a ese establecimiento hasta 6º básico y luego deben trasladarse obligadamente a estudiar a Achao, a dos horas de navegación, o al internado de Quicaví, al que se llega recorriendo unos 40 minutos en lancha. “Acá nada es fácil y por eso es un logro que a las niñas les haya ido bien y es el resultado del trabajo que hemos desarrollado desde que llegaron en primero básico”, enfatiza la profesora. En la misma comuna de Quemchi hay otros dos establecimientos que superaron la barrera de los 300 puntos. Se trata de las escuelas Quinterquen y Morro Lobos Alto. Una escuela rural de Quemchi, en la X Región, sorprendió el lunes al tener el mejor promedio Simce entre los colegios municipales que imparten 4º básico. Pero no sólo este plantel obtuvo resultados destacados en esa comuna chilota: otros tres colegios municipales, emplazados en pequeñas islas también lograron resultados destacados, y promediaron más de 300 puntos en 4º básico. Un éxito, sólo comparable en número, al registrado este año por Ñuñoa. Esta comuna capitalina sumó cuatro establecimientos, incluido el República de Siria, con más de 300 puntos en la medición de 2º medio. De esta forma, estas dos comunas se transformaron en las que más recintos públicos tienen con resultados por sobre la barrera de los 300 puntos. Profesor y director José Rojas tiene 30 años de servicio, es uno de los dos profesores de la escuela rural Aucar y además es el director. El colegio tiene 46 alumnos, los cuales se dividen en dos cursos: uno que agrupa a los alumnos de 1º a 3º básico, y otro que reúne a quienes están entre 4º y 6º básico. Según cuenta el profesor, los 335 puntos que promediaron los siete alumnos de 4º básico en el Simce “son en base al trabajo que estamos realizando, específicamente con tres actores: profesores, alumnos y apoderados”. Rojas agrega que en las salas de clases se hace un trabajo personalizado y además se está pendiente de que los alumnos vayan avanzando a la par. Otra de las áreas de trabajo es con los padres, a quienes se les hacen talleres. “Algunos son de reforzamiento, porque muchos no tienen la enseñanza media cumplida y quieren que les hagamos talleres para que puedan reforzar a sus hijos en la casa”. La mayoría de los apoderados de ese colegio trabajan en la agricultura o bien en las salmoneras de la zona. Otro de los factores que influye, dijo, es que “conocemos a las familias, a los niños y su realidad, y eso es una ventaja para poder trabajar con ellos”. Héctor Barría, director del departamento de Educación de Quemchi, señala que los buenos resultados se deben a un seguimiento constante en los aprendizajes, a que “hay una alta expectativa de los alumnos y al apoyo de los padres”. “Perseverancia” La Escuela Rural Archipiélago, ubicada en la isla de Añihué, tiene 15 alumnos de 1º a 6º básico. Dos de las niñas que allí se educan, Lorena Miranda y Katary Saldivia, cursan 4º básico y obtuvieron un promedio de 315 puntos en el Simce. La profesora a cargo de la escuela es Perseverancia Cárcamo, quien nació en esa misma isla y también estudió en la pequeña escuelita de dos salas. Allí los alumnos de los distintos niveles asisten a clases en la misma sala, mientras que la otra se usa como biblioteca y patio en los días de lluvia. Su nombre le hace honor a la manera en que esta mujer se dedica a educar a los niños de una localidad tan apartada, a la que sólo se puede acceder en lancha. Perseverancia cuenta que las dos alumnas se sacan buenas notas y ambas tienen un promedio de 6,1. “Soy exigente, porque quiero entregarles las herramientas para que después puedan seguir estudiando y les vaya bien”, dice la profesora. Y agrega que la principal característica de las niñas es que son buenas lectoras. Es una escuela unidocente, como muchas en Chiloé, y está inserta en una comunidad que no supera las 200 personas, caracterizada por una vida ligada al campo y al mar. Los niños asisten a ese establecimiento hasta 6º básico y luego deben trasladarse obligadamente a estudiar a Achao, a dos horas de navegación, o al internado de Quicaví, al que se llega recorriendo unos 40 minutos en lancha. “Acá nada es fácil y por eso es un logro que a las niñas les haya ido bien y es el resultado del trabajo que hemos desarrollado desde que llegaron en primero básico”, enfatiza la profesora. En la misma comuna de Quemchi hay otros dos establecimientos que superaron la barrera de los 300 puntos. Se trata de las escuelas Quinterquen y Morro Lobos Alto.

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